El restaurante estaba lleno como de costumbre.

-Marco Aguayo Cecua-le dijo a la hostess gentilmente.

-Mesa para dos ¿cierto?-pregunto a la espera de una confirmación por parte de mi hermano.

-Si, así es-  contesto el.

La hostess nos acompaño y dirigió hacia nuestra mesa en el centro del lugar.

-¿le parece bien esta?-inquirio mientras abria las sillas.

-Perfecto-esta vez fui yo quien contesto.Mi hermano la miro y confirmo mi decision.

-en un momento le mandare a su mesero-anuncio la mesera mientras se alejaba de la mesa.

-Me siento rara de estar aquí sin ningún motivo que celebrar-le confese.

-Quien dijo que no hay ningun motivo para celebrar-su mirada fija en mi me sembro duda.

-¿Que motivo estamos festejando?-la duda salia rapidamente reflejada en mi pregunta.

-Que estamos vivos con salud y lo mas imporatante Juntos-para cuando terminare de decir eso el mesero habia traido un vino de cortesia.-Salud- levanto su copa y brindo.

-Salud-levante mi copa y brinde con el, despues de todo tenia razon.

-¿Ya saben que van a ordenar?-pregunte el mesero meintras sostenia una pluma en su mano y en la otra una un aparato electronico.

-Me das el platillo del dia-decidio rapidamente mi hermano.

-Igual.-me da lo mismo lo que comiera hoy todo era lo mismo en cuanto a comida se referia.

-¿Algo mas?, ¿que van a querer para beber?-

-Un vino tinto o rasado-mi hermano me miro mientras me pedía una respuesta rápida.

-Tinto esta bien-el mesero se fue y yo y mi hermano quedamos solos una vez mas. Cenamos muy ajusto y la comida estaba deliciosa.

-Marco-saludo Raymund.

-Ray-Marco parecia mas que sorprendido.- No estabas de viaje-continuo parandose para darle un abrazo de hombres.


-Vanessa eres tu-Creo que el asombro de el supero el asombro que Marco había mostrado cuando lo vio.

-Ray,hola-salude con una sonrisa débil y pequeña tal vez porque yo no lo conocía mucho.

-Tenemos mucho de que hablar-mi hermano invito a Ray a sentarse y luego siguieron platicando.

Realmente ellos solo hablaron un rato por Raymund tenia  mucho trabajo pero había quedado de que el fuera a la casa a comer un día de estos. Mi hermano estaba pagando y yo me le adelante al coche.

-Maldición-dije en apenas un susurro era de nuevo el y su carro. ¿me estarían siguiendo?. Pero justo cuando iba a hablarle vi como mi hermano salio del restaurante, lo salvo mi hermano.

-¿Que ves? ¿nos vamos?-

-Nada y si-

Me subí al carro y supuse que ahí me había quedado dormida porque desperté en mi cama.